La crisis del coronavirus ha cogido a los agricultores/as gallegos/as en plena faena. No solo porque ellos/as son los responsables de abastecer a los supermercados, sino también porque esta es una de las épocas del año en la que más incrementan su trabajo, explica en la cooperativa cambadesa Horsal. Desde hace semanas, los/as profesionales del campo se afanan en preparar terrenos, plantar y cuidar los primeros cultivos que están naciendo. Tarea que, durante el invierno, se localiza sobre todo en los invernaderos pero que, a partir de ahora, se realiza también al aire libre. De su labor dependerá la próxima cosecha de pimientos, entre ellos los del tipo Padrón, berenjenas, tomates, judías, calabacines y guisantes, entre otros productos.
«A partir de ahora empiezan los cultivos al aire libre», explican en el departamento técnico de Horsal, la principal cooperativa de la huerta de Galicia. Pero antes de plantar, hay muchas medidas que tomar. «Alguna gente hace análisis de suelo para saber qué necesidades tienen», añaden. Se controla la acidez y se determinan los abonos a aplicar pues, en muchos casos, las tierras llevan todo el invierno abandonadas. Aunque también hay casos en los que optan por el abono verde de cereal o leguminosas para mantener los terrenos a punto, «para que a finca non quede núa todo o inverno», añaden.
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