La bonanza económica de los primeros años del milenio dejó en Brión, uno de los concellos con mejor saldo demográfico de Galicia, un moderno centro comercial planificado para atender una demanda creciente de consumo. La crisis provocó que este edificio, Monte Balado, perdiese la ocupación de buena parte de sus espacios, por lo que desde el Concello se buscaron varias alternativas. Un supermercado, una entidad bancaria, un centro de día y una residencia para la tercera edad fueron ocupando metros. Y desde ayer, la planta más alta, con acceso independiente, se ha convertido en el primer centro colaborativo de Galicia diseñado expresamente para pequeñas iniciativas emprendedoras en el ámbito rural.
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