Galicia es campo y mar. La prueba de ello es el peso del sector agroalimentario en la economía de la comunidad, donde aporta un 6.9 % del Producto Interior Bruto (PIB) con un total de 4.126 millones de euros.
Un estudio sobre el sector agroalimentario publicado este viernes por el Instituto Galego de Estadística (IGE), en el que también indica que la aportación a la generación de empleo: un 9,3 % del total de los puestos de trabajo, un 69,4 % de los cuales corresponden a actividades primarias.
Son trece las que este sector supone más del 20 % de su producto interior bruto: Meira, A Limia, Terra Chá, Arzúa, A Fonsagrada, A Ulloa, Os Ancares, Sarria, Xallas, Terra de Caldelas, Terra de ;elide, Deza, Barbanza y Xallas. Resulta fácil saber por qué. En las zonas de Terra Chá, Barbanza, Deza o Xallas el peso del sector lácteo, en el que Galicia es toda una potencia, es más que probado. Algo parecido ocurre con la carne en A Fonsagrada, Arzúa, A Ulloa u Os Ancares. De hecho, la industria cárnica y láctea se identifican como motores en la economía gallega. Son sectores clave la agricultura, ganadería, caza y servicios, junto con la industria transformadora de pescado, crustáceos o molusco.