Los retos de la agroganadería evolucionan con el paso de los años y requieren de nuevas soluciones que van desde la economía circular a la mejora genética
¿Hacía donde avanza la investigación en el campo asturiano? El sector primario no es ajeno a la innovación y afronta continuos desafíos que obligan a replantearse la tradición y buscar alternativas. El Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SERIDA ) suma más de dos décadas bajo esas siglas –su origen es más remoto y data de 1956, año en que se inauguró la Estación Pomológica de Villaviciosa– al servicio del saber, buscando herramientas y procurando el camino para que la actividad permanezca «viva y con futuro».
Los retos del campo asturiano evolucionan con el paso de los años y, con ellos, el ámbito de actuación del Serida, centrada a día de hoy en asuntos tan capitales como la búsqueda de fórmulas para adaptar las producciones al cambio climático, la salud de los suelos, el impulso de la biodiversidad y los recursos locales, la implementación de la bioeconomía circular, el aprovechamiento y la puesta en valor de subproductos agroalimentarios o la digitalización de los procesos.
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