Emprendedores y Grupo Cooperativo Cajamar quieren poner en valor la innovación agroalimentaria y para ello han seleccionado una veintena de proyectos españoles con mucho potencial en esa dirección.
Prismab es una agrotech que se ha especializado en la fabricación y comercialización de sensores para el campo con especial enfoque a los productos de regadío. En esta línea, desarrollan sensores para el suelo, los cuales permiten medir y corregir ineficiencias en el uso del riego y reducir hasta en un 45% el consumo del agua y, en consecuencia, el gasto energético. En la misma proporción disminuyen el uso de fertilizantes, algo que repercute directamente en la calidad de los cultivos y la preservación del suelo.
Desarrollan también sensores de clima, con los que se recogen valores relativos a la temperatura, radiaciones solares, humedad ambiental o la velocidad del viento. La disponibilidad de todos estos datos pone en manos de los agricultores la capacidad para estimar el crecimiento de los cultivos y optimizar la gestión de los mismos. En resumen: producir con mayor calidad a menor coste a la vez que favorecen la sostenibilidad.
“A ninguna empresa se le ocurriría funcionar sin medir los costes de producción asociados a la rentabilidad. ¿Por qué lo hacen, entonces, en el campo?” es la pregunta que Antonio Pastor dice haberse formulado antes de animarse a fundar Prismab. El objetivo era dotar a los pequeños y medianos agricultores de herramientas de medición precisas que no supusieran ni un gran desembolso ni altas barreras tecnológicas de entrada…