El huerto de kiwines ecológicos: Kiwin Bio, la ‘joya’ de Cristina.
Cristina heredó de su bisabuela unas tierras en Los Bayos, una aldea de Asturias con ocho habitantes, entre ellos Cristina. Ella misma explica que siempre sintió “pasión por la naturaleza” pero que nunca se había decidido a dar “el paso definitivo” para trabajar la tierra. “Me empecé a preocupar por comer sano, por conocer de dónde venían los alimentos y cómo se cultivan”, insiste. Ese fue el primer empujón que le hizo lanzarse de lleno con su proyecto.
“Tuve que empezar de cero y yo sabía que era un trabajo a medio o largo plazo, que tardaría años en poder cultivar. Tampoco sabía el qué, pero entonces descubrí una variedad de kiwi, el kiwín lo llamamos aquí, y me encantó. Me enamoró”, explica Cristina. Entonces comenzó a cultivar ‘kiwines con corazón’, como reza el lema de su huerto. “Son una joya. No me puedo explicar cómo era posible que apenas se conocieran o que ni siquiera se pudieran comprar. Hoy en día son muy difíciles de encontrar porque la mayor parte se exportan”, dice…