Dicen que el espíritu empresarial se trata de «innovación», pero si has estado dirigiendo tu propia pequeña empresa durante un tiempo, no es raro que te sientas atrapado en la rutina.
Seamos realistas, el agotamiento y la fatiga son amenazas constantes en esta línea de trabajo, y es muy fácil perder esa chispa de “innovación” que una vez te impulsó. La buena noticia es que, al igual que cualquier otra habilidad, la innovación se puede aprender.
Puede que requiera un poco de práctica, pero puedes fortalecer tu mentalidad o recuperar los jugos creativos que sientes que te faltan un poco últimamente…