Desde la irrupción del Covid19 en nuestras vidas, las compras online se han convertido en una realidad habitual para empresas y particulares y el comercio minorista, en su necesidad de adaptación a esta nueva realidad, se está volviendo cada vez más digital.
Las tiendas físicas han adoptado elementos de la experiencia online para animarnos a seguir visitándolas, y también han aprovechado las fortalezas que pueden ofrecer las experiencias en persona, como niveles de servicio más personales basados en una clara fidelización.
Pero la pandemia del coronavirus ha afectado la forma en que se desarrollarán todas las tendencias en 2021 a nivel consumidor y a nivel empresa, y el comercio minorista offline se ha visto particularmente afectado. Al mismo tiempo, el comercio minorista online ha experimentado un crecimiento acelerado a medida que los consumidores optan por permanecer en sus hogares y la infraestructura de entrega a domicilio se vuelve cada vez más sofisticada.