Al igual que hay que buscar otros factores al crecimiento poblacional en la mayoría de las provincias que cuentan con mayor superficie de agricultura de regadío, tampoco sería preciso señalar que las modernizaciones acometidas en León no contribuyen a mantener población. Al igual que el cierre minero explica las cifras de León, el presidente de la Asociación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Duero (Ferduero), el leonés Ángel Quintanilla, apuntaba que los jóvenes agricultores «buscan los servicios» a la hora de fijar su residencia. El mayor abanico de oferta de ocio, cultura, educación y servicios en general de la capital ha llevado a un buen número de profesionales del campo a los municipios del alfoz. «Gracias a la mecanización, la agricultura no es tan esclava como antes —lo que no ocurre en la ganadería— y son los agricultores los que prefieren moverse para trabajar a que lo haga su familia, sus hijos. Así, hay muchos agricultores que trabajan en el Páramo y viven en Villaquilambre», ejemplificó. Y todo, porque «mientras, hay muchos pueblos en los que hace cuatro o cinco años aún tenían autobús a León o a la cabecera de comarca, pero ya no. Y médico, aún tenemos…»