La transformación del sector ganadero gallego es una evidencia. Hay menos granjas que hace una década, pero las que continúan apuestan duro para ser cada vez más competitivas ajustándose a las nuevas normas sanitarias y medioambientales que llegan de Europa. Aunque la mayor parte tienen créditos pendientes, el sector ganadero es uno de los que tienen una menor tasa de morosidad bancaria.
El sector lácteo gallego ha experimentado una profunda transformación durante los últimos años. Una evolución motivada por la constante modernización de los sistemas productivos, las crecientes exigencias de los mercados y la obligatoriedad de adaptarse a las diferentes normativas sanitarias o medioambientales.