El número de trabajadores que deciden retrasar su salida del mercado laboral va en aumento. Ya sea con el fin de mejorar su prestación futura, por falta de relevo generacional o simplemente por la vocación de seguir en activo, un total de 14.900 gallegos que superan los 65 años continúan ocupados. Seis de cada diez son hombres y 11.100 trabajan a jornada completa.
Así lo refleja la encuesta de población activa del segundo trimestre de 2019.
Con la reforma de las pensiones en punto muerto debido a la falta de estabilidad política, los datos indican que, en Galicia 7.400 de los ocupados de mayor edad, esto es, el 49,7% de los que superan los 65, son autónomos, un colectivo que suele llegar a la jubilación con prestaciones inferiores a las de los asalariados debido a que gran parte de los profesionales por cuenta propia (el 76% en la comunidad) cotiza por la base mínima