Diana García es una joven de 26 años que gestiona con su padre la Ganadería García Méndez en Cebreros (Ávila), un trabajo que le ha permitido demostrar que las mujeres rurales no son “paletas de pueblo que visten mal”, como muchos hombres todavía creen que son las féminas que se dedican a la ganadería.
Pese a contar con una explotación de 750 animales, 550 de ellas madres, esta joven ganadera asegura que el trabajo no le impide tener vida social, pero echa de menos poder compartir esta experiencia con otras mujeres, como cuenta en una entrevista a Efe con motivo de su participación en la reciente Feria Internacional de Producción Animal (Figan) que se ha celebrado esta semana en Zaragoza.